¿Por qué amamos los zapatos?
Por: Carla Del Valle.
No en vano la malvada Bruja del Oeste quiere las zapatillas rojas de Dorita para ser la más poderosa en el mundo de Oz, o bien, Cenicienta consigue su final feliz junto al Principe gracias a su zapatilla de cristal. Y es que, los zapatos juegan un papel más allá de lo estético dentro de la psicología de las mujeres, en realidad nos hacen sentir seguras, fuertes, sexys y lo más importante: Poderosas, y no lo digo yo, lo dicen millones de mujeres en el mundo.
Su origen
Los zapatos se crearon básicamente para proteger a los pies de las inclemencias de la naturaleza, al existir territorios fríos, cálidos, arenosos, húmedos y peligrosos, el ser humano se dió a la tarea de cubrir sus extremidades inferiores con diferentes materiales cómo cortezas, hojas y posteriormente pieles de animales.
Los hallazgos más antiguos acerca del calzado, consta que los primeros modelos eran una especie de sandalias confeccionadas con hoja de palma, y posteriormente este material fue sustituido por madera y piel animal.
La cuna de las sandalias, tal y como se conoce actualmente a este modelo, se remonta a Egipto en el año 3500 a.c., ya que debido a su particular clima se necesitaba un calzado que protegiera a los pies, pero que a la vez les permitieran mantenerse frescos por las altas temperaturas del desierto.
De lo básico a lo suntuoso
Pasaron pocos siglos para que los zapatos pasaran de ser un artículo de protección y se convirtieran en un referente de estatus. Por ejemplo, en la antigua Roma se comenzaron a usar las sandalias de materiales como el oro y la plata, y además, se adornaban con piedras preciosas. Este tipo de calzado era exclusivo de los gobernantes y hombres más cercanos a los emperadores. Es decir, que desde entonces los zapatos simbolizan poder.
Dale a una mujer los zapatos adecuados y conquistará el mundo. Marilyn Monroe.
Suma de altura, suma de seguridad
Fue en la época del Rey Luis XIV de Francia que surgió el artefacto que enamoraría por siglos a las mujeres de todo el mundo: los zapatos de tacón. Dicho Rey era de estatura baja, y al momento de salir de caza le costaba aún más trabajo montar su caballo, así que le solicitó a su zapatero una solución para esto, y fue cómo este inventó el tacón alto, y además, eran rojos.
Las mujeres de la corte quedaron fascinadas por aquella prenda, ya que notaron que al usarla las piernas y las caderas tomaban una postura más sensual, y poco a poco, se fueron adueñando de su uso. Hasta que finalmente Madame Pompadour, la amante más famosa de Luis XV, creó estilo con los llamados “Tacones Pompadour” y de esta manera las mujeres ya tenían también un coto de poder, pues solo los podían lucir aquellas que fueran parte de la corte real y nadie más.
Nunca subestimes el poder de un par de zapatos. Giuseppe Zanotti.
El lenguaje no hablado
El lenguaje corporal, como su nombre lo dice, es la manera en que nos comunicamos sin hablar, son todos aquello movimientos que expresa nuestro cuerpo y que pueden denotar desde nuestro humor, hasta nuestra educación o falta de esta. Y una parte importante de este lenguaje es la vestimenta, y son los zapatos los que de acuerdo a un estudio realizado captan el 90% la atención de quien nos mira por primera vez.
“Todo está en los pequeños detalles”, esta frase parece ser una máxima que las mujeres aprendemos desde niñas, y que para muchas se convierte en una regla. Y es verdad, ya que al momento de elegir nuestros zapatos incoscientemente también queremos darnos a conocer. El tipo de tacón, el color, el material, el diseño, y hasta la funcionalidad del calzado es una manera en la que nos comunicamos, he ahí la importancia de los detalles.
Los zapatos transforman tu lenguaje corporal y tu actitud. Te levantan física y emocionalmente. Christian Louboutin.
Del erotismo al poder
No podemos negar que a los zapatos se les atañe un tinte de erotismo, lo cual muchas veces es cierto, pero también va más allá de esto. Actualmente su influencia psicologica en las mujeres ha cambiado, ya que ha ayudado a reforzar la autoestima de muchas, pues el sentirnos seguras con el calzado de nuestra elección provoca emocionalmente un efecto de empoderamiento, mismo que nos ayuda a desenvolvernos más y mejor en cada una de nuestras relaciones y actividades.
Si estás bien peinada y usas los zapatos adecuados, puedes manejar cualquier situación. Iris Apfel.
Y, ¿por qué amamos los zapatos?
¡Porqué sí! Y esta es una respuesta que solo las mujeres comprendemos perfectamente. Por eso, te invitamos a que en este Hot Sale encuentres ese par que te hace falta, porque vamos… ¡Nunca son suficiente!