Ir a la escuela por primera vez

Ser madre es todo un reto, hay cientos de actividades que atender y una de las más importantes es referente a la escuela de los niños. Y suele ser un reto aún más grande si eres madre primeriza, pues hay muchos aspectos que seguro desconoces. Por eso, hoy trataremos de darte algunos tips para que el ir a la escuela por primera vez sea una mejor experiencia tanto para tus pequeños como para ti.

Explícale el porqué va a ir a la escuela

Es muy importante que le expliques a tu pequeño el porqué va a ir a la escuela por primera vez, la manera en la que se lo plantees le será de mucha ayuda. Es decir, hazle sentir que es una invitación a un lugar donde va a aprender cosas nuevas en compañía de otros niños con quienes puede, y debe, sentirse seguro.

Los expertos indican que desde el primer año de su vida escolar los pequeños deben asumir que aprender es divertido, de esta manera se sentirán más motivados y encontrarán las formas de seguir aprendiendo cuando algo se les dificulte.

Haz uso de tu propia experiencia

Cuéntale de tu primer día de escuela, cómo te sentiste, que te pareció, lo que viviste, a quienes conociste. Y sí, también es válido que le hables hasta de aquellos sentimientos y emociones desagradables, tal vez como la angustia, esto con el fin de que sepa que es normal sentirse así, pero que todo es pasajero.

Que cada día regresará a casa después de ir a la escuela, esto puede parecerte más que obvio, pero está comprobado que los pequeños experimentan un sentimiento de abandono, el cual sí no es corregido de inmediato puede afectar su seguridad.

El primer día

Acompáñalo todo el tiempo que puedas, pero trata de que tu actitud sea serena y entusiasta, de esta manera lo harás sentir seguro. Al momento de despedirte hazlo con tranquilidad y alegría, para reafirmar que todo está bien y que la separación es normal, ya que no puedes estar ahí.

Cuando lo recojas escucha todo lo que tiene que contarte, y también observa su comportamiento, el cuerpo puede expresar lo que a veces tal vez no te quiera compartir. Y obviamente, pregúntale acerca de lo que hizo, de su maestra, lo que le gusta o no, y de con quienes se junta. Entre más información tengas más fácil podrás detectar si en algún momento tiene problemas o sufre de bullying.

Relaciónate

Lo más seguro es que entres a un chat de madres y profesores, acostúmbrate a tolerar, y respetar, a quienes no piensen como tú. El objetivo es que encuentres alguien con quien apoyarte y con quien tengas una comunicación certera y respetuosa. Hacer equipo con otra mamá te será de mucha ayuda en las actividades escolares a futuro.

La importancia de los hábitos y la rutina

El ir a la escuela por primera vez implica un cambio drástico en tu día a día, y más si vienen saliendo de las vacaciones, ya que en estas la falta de disciplina es la constante. Por ello, es importante poner orden semanas antes del inicio de clases.

1. Comienza a tener horarios para dormir y despertar, de esta manera les serán más fácil las mañanas.
2. Ten un colchón de tiempo cada mañana para cualquier imprevisto, con 15 minutos bastan.
3. Traza varias rutas para llegar a la escuela. Tener más de una te salvará de un imprevisto que te puede arruinar la llegada a la escuela y a tu trabajo.
4. No olvides la importancia del desayuno, aún cuando le pongas lunch. Un niño bien alimentado tiene más, y mejor capacidad, de aprendizaje.
5. Acerca del lunch, trata que sea de lo más natural. La única ventaja de la comida rápida es que te da más tiempo, pero debes poner en una balanza la salud de tus hijos. Debes saber distinguir entre comida y alimentos. Porque no todo lo que comen los alimenta.
6. Al regresar de la escuela, también es importante tener una rutina, es decir, que se quite el uniforme, que tengan un horario fijo tanto para comer como para hacer la tarea. Y que cada día tenga un rato para jugar, desestresarse le ayudará a sentirse bien para el día siguiente.
7. Delega responsabilidades, no todo lo tienes que hacer tú, sino, todos deben participar en que tu pequeño vaya a la escuela. Inclusive él debe tener una tarea asignada como el limpiar sus zapatos o guardar sus útiles en la mochila.
8. ¿Quieres disfrutar del fin de semana? Pues durante la semana adelanta el súper, haz un horario de comidas y lunch. En cuanto llegue de la escuela tu pequeño el viernes, pon la ropa a lavar y tenla lista para el lunes. Pequeñas acciones te ayudarán a sentir que todo es más ligero y disfrutable.
9. Revisa a diario si debe llevar algo para sus actividades del siguiente día. Así evitarás enojos y tensión entre tú y tu pequeño.
10. Si trabajas organiza bien tus tiempos para tu trabajo, las labores en casa y las nuevas actividades que habrá con tu pequeño, como hacer la tarea.
11. Ten paciencia para ti y para tu pequeño. No se trata de que seas la madre modelo o que todo lo que sugerimos sea llevado a cabo al pie de la letra, porque es imposible. Pero trata de buscar formas de que lo más importante fluya. Y debes recordar que tu pequeño es un niño que se enfrentará a situaciones nuevas en las cuales tal vez se equivoque o le cueste trabajo aprender, y es ahí donde necesitará de tu apoyo y comprensión.
12. Y, por último, pero no menos importante, busca herramientas que le enseñen que nadie debe tocarlo, ni violentarlo de ninguna manera. Hay cuentos y juegos que te pueden ayudar para que le puedas comunicar estos aspectos tan necesarios. También demuéstrale que puede confiar en ti, pase lo que pase.

Útiles y uniformes

Bien dicen que lo barato sale caro. Esto quiere decir que es mejor comprar cosas de buena calidad, cuyo precio es más alto, a cosas más baratas que seguramente por serlo tendrás que adquirirlas más de una vez en el ciclo escolar.

• Acerca de los uniformes, al comprarlos llévalos con una costurera para que los refuerce.
• Compra una talla más grande de lo que usa tu pequeño, a mediados del año escolar verás porqué.
• Ten una camisa, o blusa extra, siempre será de gran ayuda.
• Los uniformes de educación física serán los más dañados, no tiene nada de malo remendarlos o parcharlos, y eso lo debe saber tu pequeño. Optimizar las prendas no es sinónimo de vergüenza.

Esperamos que estos tips te sean de mucha ayuda. Recuerda que es un inicio nuevo para ambos en el cual aprenderán muchas cosas juntos, y qué mejor hacerlo con amor y comprensión.

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